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SD. Tocó el turno de fijarse en las hazañas de las figuras dominicanas y sus registros, indudablemente, adornan al Salón de la Fama de Serie del Caribe. (Galeria de Foto Aqui )
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Cuatro leyendas dominicanas de este clásico: Gerónimo Berroa, Tony Peña, Luis Polonia y Felipe Alou, fueron llamados en ese orden durante la ceremonia de exaltación, llevada a cabo ayer en el Edificio Corporativo de Claro.
La bendición del sacerdote Luis Armando Silva al ceremonial abrió paso para que el proceso de exaltación de esos dominicanos, revestidos de un palmarés de primer nivel. Récords y más récords se desprenden de los cuatro escogidos a la inmortalidad y que desde ya estarán en Guaynabo, Puerto Rico, sede del Salón de la Fama, que preside el presidente de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera.
Berroa fue ganador de las series de 1988 (Escogido); 1990 (Escogido); 1990 (Licey) y 1994 (Licey), con el punto brillante de ser el Jugador Más Valioso en años consecutivos, 90 y 91, pero además formó parte de los Leones del Escogido de 1988, que jugó con peloteros nativos. “Un verdadero y grandioso honor pertenecer al Salón de la Fama de Béisbol del Caribe”, manifestó Berroa. “Nunca soñé con estar aquí”, expresó, al tiempo que dio las gracias a Felipe Alou “por la oportunidad que me dio”.
Berroa, quien asistió acompañado de su familia, encabezada por su madre, Teolinda Berroa, destacó que la Serie del Caribe que nunca olvidará que no fue una, sino dos, y son precisamente las que fue electo JMV en forma consecutiva.
Tony valora la familia
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“Le doy gracias a Dios por darme el talento, por darme la oportunidad de desarrollar y descollar en todo lo que he hecho”, dice Peña, ganador de dos títulos: 1980 (Licey) y 1997 (Águilas), además de otras seis presentaciones. “Pero ninguna de esas cosas se pueden lograr si uno no tiene una gran familia. Gracias a Dios por la esposa que me dio”.
Su esposa Mary de Peña, sus hijos TJ, Jennifer y Francisco, asistieron al acto.
Peña alcanzó los 30 partidos jugados en 1993, pero en 1997 empató la marca de más juegos jugados como receptor en series del Caribe con sus 38 presentaciones detrás del plato.
Pero la serie que más valora, incluido cuando estuvo activo es la de 1998 “cuando ganamos invicto con 6-0”, además era la segunda serie de sus Águilas Cibaeñas.
“Si estamos hoy aquí es porque merecemos estar aquí”, dijo Peña. “Y qué bueno que nos lo están haciendo vivo, que nos podemos abrazar. Señores, gracias. Los quiero”.
Señor de las marcas
Luis Polonia, lleno ya de marcas lejanamente alcanzables por ahora en el béisbol dominicano, también hizo lo mismo en el clásico caribeño.
Tiene 14 presentaciones en series del Caribe, de las que ha ganado siete, también otro récord. Dueño de los registros de más juegos jugados (78); turnos al bate (312); hits conectados (94) y dobles (19).
“Estoy contento, tantos años de lucha y por fin ha llegado este momento que tanto he esperado”, dijo Polonia, quien nombró a su padre Berto Polonia, a quien consideró el principal propulsor de su carrera.
“Me siento como una de las personas más importantes del béisbol dominicano y del béisbol del Caribe”, agregó Polonia. De todas esas series la que más le impactó fue “la primera que ganamos con las Águilas Cibaeñas”, narra. “Y es que había una idea de que el equipo del Licey era el que salía a Serie del Caribe, y ganaba y nosotros éramos la oveja negra”.
La tradición era que si iba otro equipo a la Serie, “que no fuera el Licey, la República Dominicana nunca triunfaba”. Polonia se refiere a la Serie de 1997, en Hermosillo. “Es la que más recuerdo, porque de ahí en adelante vinieron cosas buenas y positivas para las Águilas”.
Felipe Alou
Jorge Bell tomó la representación de su exdirigente, cuando Felipe dirigió al Escogido.
La cadena de triunfos de Alou puede ser considerada de diamantes al dirigir a cinco equipos en series del Caribe, y es uno de seis mánagers que han dirigido un mínimo de cinco ocasiones.
Dos veces lo hizo con equipos de Venezuela, 1978 y 1980 (Leones de Caracas) y 1982; 1990 y 1992 (Escogido). De todas esas, se embolsilló el título de 1990.
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