Por Felivia Mejia Escritora invitada del Blog / fotos nocturna Nelson Mancebo.
Descuentos. El establecimiento de nuevos moteles o cabañas y el remozamiento de algunos en la provincia de Santo Domingo, así como la baja de demanda en ese mercado debido a la disminución del poder adquisitivo de una parte de la clientela, han motivado una batalla por ofrecer el mejor precio.
El costo por hora de la habitación de un motel cuesta menos de la mitad que casi dos años atrás. Una variedad de precios rebajados es la panacea que se ha medicado el mercado apenas sentir los síntomas del malestar de la gastritis financiera global que también se ha asentado en las cabañas.
CABAÑAS UNIVERSAL
La guerra de las ofertas se acrecienta en la Autopista San Isidro, municipio Santo Domingo Oeste. El más bajo costo está en los 250 pesos por dos horas y 350 pesos por cuatro horas.
Al avanzar por esta zona, conocida como la ciudad del amor, deslumbra el festival de precios que varían por días de la semana o por el tipo de habitación que escoja el cliente. “Música digital: RD$480.00”, “De lunes a jueves RD$280.00”, “Cabaña más cerveza grande RD$500.00”,
“Expreso, dos horas 300 pesos”, son de los letreros que sobresalen en las fastuosas entradas de las cabañas, como gritando oportunidades que hay que aprovechar.
Los negocios de la autopista 30 de mayo, la mayoría administrados por chinos, no tienen ofertas. Aunque la crisis las ataca a todas por igual, de ese lado de Santo Domingo los precios bajaron muy poco, quedando entre 600 y mil 200 pesos. Hay que tomar en cuenta que el cliente de esa área es de mayor poder adquisitivo que el de San Isidro.
Las habitaciones se clasifican en sencilla, ejecutiva, premium y presidencial o VIP, de acuerdo a las comodidades, que van desde jacuzzi, música digital para escoger, televisión con telecable, hasta restaurante e Internet.
En algunas el precio sólo incluye la habitación, dos pequeñas toallas y la tercera parte de una pasta de jabón de cuaba. Pero otras ofrecen un trato al estilo hotel cinco estrellas: facilitan sandalias para salir del baño, jabón de tocador, crema y cepillos dentales, gorros para la ducha, gel para la higiene femenina y secadores de pelo. Y, en ambos casos, no faltan los preservativos, según explica el gerente de operaciones de Cabañas Universal, Samuel Cepeda.
Algunos moteles incluyen en su estrategia de mercadeo a los taxistas, a quienes otorgan un incentivo entre 25 y 100 pesos por cada pareja que lleven.
En Cabañas del Caribe, que sus 146 habitaciones la convierten en la más grande de la autopista San Isidro, la oferta es de 280 pesos de lunes a jueves y 380 viernes a domingo. Su propietario, Octavio Luna, apunta que el costo de la energía eléctrica y el elevado gasto en combustible son de los factores que han contribuido con la baja de ingresos en los moteles y obligado a los gerentes a establecer creativas estrategias para captar clientes.
“De nuestra parte, hemos tenido que prescindir de decoraciones lujosas, pero sin quitar comodidades a las habitaciones. Además, buscamos la manera de ahorrar energía para poder
rebajar los precios al cliente”, sostuvo Luna, también ex presidente de la Asociación de Dueños de Moteles de San Isidro.
Operando a base de ingenio Samuel Cepeda
Gerente de Cabañas Universal
“La situación está muy floja. Apenas se produce para pagar las operaciones. Pero al mismo tiempo esto nos ha llevado a ser creativos para mantenernos sin desmejorar el confort de nuestras habitaciones que están dirigidas a un público de clase. Antes estaban a mil pesos y ahora el precio se fijó en 700”, dijo el Samuel Cepeda, de Cabañas Universal.
ESPACIOS PARA DIVERSAS ACTIVIDADES
El concepto de moteles de primera se asocia con un burdel o lugar idóneo para las parejas descargar su pasión irrefrenable. Sin embargo, son también frecuentados por personas que buscan tranquilidad para reflexionar o leer. Además, ejecutivos las apartan para reuniones de trabajo y grupos que celebran cumpleaños. El propietario de Cabañas Obsession, en la autopista Duarte, cita entre las comodidades de sus habitaciones sauna, hidromasaje, jacuzzi y música digital. “Todo eso por el pago de 250 y 500 pesos”, dice Cornelio Lora.
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