Nehemias Alvino © |
La pieza promulgada hace 14 años, se esperaba que en sólo una década colocara al país entre las naciones más avanzadas de América Latina en este campo, pero se ha quedado rezagada.
La postergación del inicio del Régimen Contributivo Subsidiado, que deja fuera de los beneficios que debe otorgar el Sistema, a la gran masa laboral informal del país; la falta de una estrategia para fortalecer la Atención Primaria, que garantizaría el acceso a salud y reduciría el costo en consultas, así como el bajo interés por ofrecer un retiro digno al adulto mayor, son algunos de sus principales fallos. Puntos que como están concebidos en la Ley ya deberían beneficiar a los ciudadanos.
Para ser específicos, de 9, 888, 817 habitantes registrados en el territorio nacional a enero de este año, aún 3, 660, 602 se encontraban fuera del Seguro Familiar de Salud (SFS), a pesar de que el referido reglamento en su artículo 18, llama a alcanzar una cobertura universal en salud sin exclusión de edad, sexo, condición social, laboral o territorial, para garantizar el acceso de los grupos sociales más vulnerables.
Mientras este grupo lucha por la inclusión en un seguro médico, 6, 228, 215 afiliados, 3, 032, 565 del Régimen Subsidiado y 3, 195, 650 del Contributivo, se enfrentan al disgusto de las bajas coberturas en procedimientos médicos y medicamentos, también garantizados por la Ley en su artículo 129, a través de la creación del Plan Básico de Salud, que en su lugar desde 2006, se trabaja con un Plan de Servicios de Salud (PDSS), aprobado por todos los sectores que componen el Sistema, para "posibilitar la entrada del SFS". La idea, era establecer copagos, topes y gradualidades en la entrega de los servicios que ofrece el Plan Básico, que contiene la atención a la que las personas tienen derecho, y lograr una suficiencia financiera para evitar el colapso económico del Sistema en los primeros años.
El compromiso consistía en revisar este PDSS cada año, pero no se ha cumplido. Han pasado nueve años de prueba y los sectores que componen el Seguro Familiar de Salud, han logrado consolidarse en el negocio. Han visto crecer la cantidad de afiliados, así como las ganancias que perciben, sin embargo, el beneficio no se traduce en servicios de calidad para los afiliados, y esto no es ajeno a las autoridades.
El superintendente de Salud y Riesgos Laborales (Sisaril), Pedro Luís Castellanos, entiende que el PDSS se ha quedado retrasado no sólo en su contenido, sino en su concepción, por lo que considera es momento de volver a las ideas iniciales del Plan Básico de Salud, con una cobertura garantizada para algunos problemas prioritarios de salud, sin restricción y sin límites, como las enfermedades catastróficas, que como está conformado el PDSS tienen muy baja cobertura, "mientras otros menos trágicos, que afectan en menor cantidad a la familia a lo mejor puedan tener otro tipo de cobertura".
Gastos excesivos
La variación del Plan Básico, ha dado cabida a copagos que disparan la atención en salud. Visitar un especialista en el país puede llegar a costar entre RD$500 y 1, 000 con seguro y hasta 5, 000 sin seguro, dependiendo la especialidad. A esto se suma, el tiempo que debe esperar el paciente para ser atendido y el monto extra que un asegurado debe sufragar a los galenos en caso de practicarse alguna cirugía.
"Aquí los médicos están esperando que tú te enfermes para que llegues a la clínica con un problema que te va a costar mucho dinero", manifestó a DL Eduardo Read, presidente de la Asociación Dominicana de Empresas de Atención Primaria (ADOCAPS), quien es partidario de que se priorice la Atención Primaria en el país, como respuesta a los problemas que enfrenta el sistema nacional de salud como lo ha destacado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El artículo 152 de la Ley, habla de un nivel de atención primaria como puerta de entrada a la red de servicios de salud, con atención profesional básica a la población a su cargo, dotado de adecuada capacidad resolutiva y centrado en la prevención, en el fomento de la salud, en acciones de vigilancia y en el seguimiento de pacientes especiales, que cubra las emergencias y la atención domiciliaria. Centros pensados para que ricos y pobres puedan ir a consulta y recibir un servicio de calidad por un bajo monto
Comentarios