PEREGRINOS DE MOCA
La intervención de un contingente policial impidió la mañana de este viernes que llegaran hasta el Palacio Nacional los peregrinos que salieron el lunes desde Moca, en demanda de obras públicas para la norteña provincia Espaillat.
Más de 60 policías se interpusieron al paso de los ocho caminantes que tenían la esperanza de llegar hasta la casa de Gobierno, para entregar una lista de reclamos de obras y servicios para su comunidad. Los interceptaron en la esquina de las vías San Juan Bosco con 30 de Marzo.
El contingente actuó bajo el mando del general Juan Brawn Pérez, a quien el padre Rogelio Cruz, quien también participa en la protesta, llamó charlatán, porque les había prometido a los peregrinos que pasarían hasta el Palacio.
Algunos de los caminantes lloraron entonces de impotencia y todos se postraron en el pavimento, no solo movidos por la actitud de protesta, sino también por su evidente estado de deterioro físico.
Uno de ellos lucía muy indispuesto, por lo que hubo que llamar a un médico para que lo asistiera.
Como no los dejaron llegar a la Presidencia, y pese a que tuvieron que quitarse los zapatos para darles descanso a sus pies llenos de ampollas, los manifestantes anunciaron que seguirán su trayecto hasta Higüey, para llegar su clamor a la Virgen de la Altagracia, en su basílica del extremo este del país.
Hasta el momento, solo los reconfortaba la música del grupo Los Guaraguaos y otros temas de corte social, símbolos de lucha popular
Más de 60 policías se interpusieron al paso de los ocho caminantes que tenían la esperanza de llegar hasta la casa de Gobierno, para entregar una lista de reclamos de obras y servicios para su comunidad. Los interceptaron en la esquina de las vías San Juan Bosco con 30 de Marzo.
El contingente actuó bajo el mando del general Juan Brawn Pérez, a quien el padre Rogelio Cruz, quien también participa en la protesta, llamó charlatán, porque les había prometido a los peregrinos que pasarían hasta el Palacio.
Algunos de los caminantes lloraron entonces de impotencia y todos se postraron en el pavimento, no solo movidos por la actitud de protesta, sino también por su evidente estado de deterioro físico.
Uno de ellos lucía muy indispuesto, por lo que hubo que llamar a un médico para que lo asistiera.
Como no los dejaron llegar a la Presidencia, y pese a que tuvieron que quitarse los zapatos para darles descanso a sus pies llenos de ampollas, los manifestantes anunciaron que seguirán su trayecto hasta Higüey, para llegar su clamor a la Virgen de la Altagracia, en su basílica del extremo este del país.
Hasta el momento, solo los reconfortaba la música del grupo Los Guaraguaos y otros temas de corte social, símbolos de lucha popular
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